El Fonógrafo

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viernes, 23 de abril de 2010

PARTE XVI

Andrés Páramo Lizardi.
Él menor de 5 hermanos, las 4 primeras, todas mujeres, desde muy pequeño aprendió a través del matriarcado en su familia a valerse por si mismo en todos los aspectos, así como a vivir mucho en soledad, ya que nis sus pensamientos podía externar por saberse diferente y recibir ese trato en el seno de su familia, en casa vio siempre la fidelidad de su padre, el amor de su madre hacia él, y la fuerza de la mujer en sí, por lo mismo nació en él ese respeto y admiración hacia el género femenino, tanto por su entereza y sobre todo por la belleza que vislumbraba en ellas.
Enamoradizo por naturaleza, pero sn mucha suerte, no era nada guapo, y eso lo llevó a prepararse a travez de la lectura en muchos aspectos, así fue como pudo formarse de cierta popularidad, ya que era quien podía iniciar una charla que interesaba a quienes le escuchaban, sabía tanto de física, de química, de literatura y mucho de poesía, y desde muy pequeño descubrió en él una tremenda facilidad para el dibujo, pero se inclinó por la caricatura, y en la secundaria vendía sus dibujos y le iba muy bien, así que tenía dinero para invitar a sus amigas al cine y hasta a tomar un café, cosa que en sus tiempos, no cualquier muchacho podía hacer, de ahi empezó a sacar ventaja a sus contrincantes cuando de mujeres se trataba.
Fue en la Universidad, donde Andrés estudiaba Filosofía y Letras, que conoció a Lourdes, empezaron a salir, ella era muy inteligente, casi se la vivía metida en las bibliotecas leyendo lo que fuera, eso en caso de no estar en clases, fue algo que le gustó mucho de ella a nuestro amigo Andrés, al terminar sus respectivas licenciaturas decidieron vivir juntos, sin llegar al matrimonio, las uniones libres estaban en pleno apogéo, no tenían nada de lujos pero vivían bien comparados con el grueso de muchachos jóvenes, rentaban su propio departamento, no muy grande pero cómodo para una pareja, tenían un auto VW sedán en donde iban a todos lados, siempre los veían juntos y muy felices, a Lourdes se le presentó una magnífica oportunidad de trabajar en la Secretaría de Relaciones Exteriores, daba clases de francés a los empleados y además era traductora de inglés e italiano, en el sentido económico empezó a ganar más salario que Andrés, pero eso a él lo tenía sin cuidado, y no fue algo que trajera alguna problemática dentro de su relación, pero después de dos años de que ella trabajaba ahí, las cosas empezaron a cambiar, los fines de semana, ella tardaba en llegar más a casa, sobre todo los viernes, decía que salían diferentes citas y que era con gente exranjera, incluso eran citas de tipo social, y no pasó nada que a él le hiciera suponer absolutamente nada malo de su pareja, y poco a poco fue conformándose y pensaba que si así tenían que ser las cosas en su trabajo, ni modo, no le exigía nada más, era una persona muy confiada (habrá algo de similitud con Laura?).
Una madrugada de sábado sonó el teléfono en el departamento, él tardó un poco en responder ya que estaba profundamente dormido, eran las 4, era la policía, le informaban que había un accidente automovilístico en la carretera libre a Cuernavaca, y que la licencia de manejo de la acompañante del sujeto que había chocado, tenía los datos con la dirección, él les preguntó por el nombre que aparecía en la licencia...
Lourdes Esqueda Limón...
Y está bien?...
Es usted su familiar?...
Si, si, claro, soy su esposo...
Y su nombre es?...
Andrés Páramo Lizardi...
Si, efectivamente, entre sus pertenencias está una agenda, donde dice que se le avise a usted en caso de emergencia, señor Páramo, su esposa falleció en el accidente, el conductor estaba vivo pero antes de que llegara la ambulancia falleció también, tenía algún parentezco esta persona con su esposa?...
Pues no sé con quien iba ni hacia adonde, así que es un dato que no tengo...
Bien señor Páramo, mire, será mejor que venga a la Agencia del Ministerio Público y charlemos, podrá venir pronto?...
Donde están ubicados?...
En Calzada de Tlalpan No. 2759, conoce cual?...
Si, si, voy para allá...
Se dio una lavada de cara y salió lo más rápido que pudo, su cabeza daba vueltas en millones de pensamientos, la agenda, recordaba que él se la había regalado y esos datos él fue quien los puso, Lulú, Lulú, que pasó?, no podía creer que estuviera pasando eso, en todos los semáforos se detenía y pensaba que tal vez era un sueño, una pesadilla, de daba de bofetadas, en una de esas la desesperación, la impotencia, la enorme tristeza que empezaba a adueñarse de él, le hizo darse de golpes contra el volante, ya estaba muy cerca de la Delegación y un policía de tránsito le preguntó si estaba bien, al levantar la vista el oficial pudo ver a un hombre muy triste y que lloraba desgarradoramente, le invitó a bajar del auto, lo calmó y después lo escoltó a las oficinas a donde ya lo esperaban...
Le informaron que esa pareja era conocida en cierto hotel de paso que estaba a la orilla de esa carretera, él había escuchado de esos lugares, tenían cierta fama en las charlas con los compañeros de escuela y de trabajo, ese tipo de lugares los hay en todas partes, pero se negaba a creer que Lulú pudiera ser parte de ese paisaje tan urbano, tan vulgar, era algo inverosímil para su forma de ver las cosas, creía conocer muy bien a su Lulú, no podía ser verdad, eso era una mentira...
Ese era el gran secreto que nuestro amigo Andrés cuidaba, y por eso su recelo para abrirse a una nueva relación, y ahora era él quien estaba con una chica que, para bien o para mal, estaba casada, ella le pertenecía a otro hombre, acaso el destino le ponía una oportunidad para buscar algún tipo de revancha por lo que en el pasado había perdido????.

1 comentario:

Beth dijo...

Estás más que claro...soy pésima intentando predecir lo que pueda ocurrir en esta historia ¡¡no doy ni una!!

Por eso ruego al autor nos siga narrando los hechos acaecidos.

:-)