PARTE XIII

Laura Bellizia Echánove, nacida el 18 de febrero de 1966, familia trabajadora, de pequeña la trasladaron a la capital del País, ya que las opciones de estudio se ampliaban de gran manera en esa gran ciudad, desde entonces sus abuelos maternos se hicieron cargo, una pareja muy "luchona", dueños de una papelería y librería, que les proporcionaba lo suficiente para poder hacerse cargo de la pequeña Laura así como de sus dos hermanos mayores que ella.
Desde que llegó a la ciudad Laura se mostró como una niña muy callada, se sentía muy bien al lado de los abuelos pero extrañaba a sus padres, lo que ella no sabía es que ellos estaban enfrentando el divorcio y no querían que sus hijos sufrieran los contínuos pleitos que vivían, ya que las propiedades que habían amasado entre ambos, eran muchas, y ninguno de los dos estaba dispuesto a "soltar" más de lo que cada uno pensaba sería adecuado.
Laura al regresar de su escuela, se subía a la azotea del edificio donde vivían, y se sentaba por horas a la orilla de la barda y se quedaba así quieta, viendo hacia el piso de la calle, aparentemente observaba a todo mundo, pero no, simplemente adoptaba esa actitud autista, cuando era la hora de comer, el abuelo subía por ella...
Hija, por favor no estés sentada en ese sitio, mira, ya subí unas sillas con la sombrilla que te protejerá del sol, y estás fuera de peligro, ya que ahi donde te quedas, puedes caerte en un pequeño descuido...
Ella le sonreía y de inmediato lo abrazaba, sentía un profundo amor por su abue, tanto que era la única que le decía Papá, sus hermanos los trataban como abuelos.
Así creció, terminó su carrera de psicología y se regresó a su tierra natal, los abuelos también, vendieron lo que tenían y se retiraron al campo, a vivir los últimos años de su vida alejados del bullicio de la gran ciudad.
Conoció a Ramón en el primer trabajo en que ingresó, se enamoró profundamente de él, en el transcurso de sus estudios nunca tuvo un novio, si acaso en la carrera salía los viernes a la disco y le encantaba bailar, pero solamente así la veían con alguien.
Ramón le propuso matrimonio y ella aceptó, era 10 años mayor que ella, él fue haciendo carrera dentro de la política en su Estado, se rodeaba de personas que subían a puestos elevados y lo llamaban para ser parte de los equipos de trabajo de ellos, fue así como económicamente hablando a la pareja le iba bien, sin embargo ella quería emplearse también, y a traves de los conocidos de su esposo, obtuvo una plaza no mal pagada en el gobierno estatal y así vivieron durante algunos años, nació su primera hija y todo marchaba aparentemente muy bien, pero después de eso ella empezó a notar que las atenciones ya no eran las mismas, el alejamiento, las citas extra horas de trabajo se hacían más y más comunes, la ropa de él empezó a oler a perfumes femeninos, seguramente así pasaba en las familias por lo regular, se decía, tantos
comentarios que escuchaba en su trabajo, pero no hacía caso.
Laura carecía de malicia, realmente ella no sabía de infidelidades en la pareja, no tenía amigas y solamente se dedicaba a ir de la casa al trabajo y del trabajo a la casa, pasaba por la comida a casa de sus abuelos o comía con ellos cuando su esposo le avisaba que no iría a comer por cuestiones "laborales", sus abuelos se miraban entre ellos y no expresaban nada solamente la observaban y sentía mucha pena por ella, pero era incapáz de reaccionar ante lo que desconocía, era lógico.
Pero las cosas empezaron a tomar cierto cause, estaba bien que llegara tarde, que llegara alcoholizado, peleando y despertando a la niña con sus gritos, pero de repente empezó a faltar a la casa, una noche, dos noches y lo que de plano no soportó fue cuando lo vió, fue por accidente, ella salió a comprar leche y pan para merendar, y a una cuadra de su casa estaba el auto de él y adentro una mujer con la cual retozaba de tal manera como nunca lo hizo con ella, se quedó ahi, pasmada, sin saber como actuar, simplemente se dio media vuelta y se regresó a casa.
Los sentimientos mixtos desfilaban por su mente, que hacer?, y una de sus acciones fue quedar ambarazada otra vez, se dijo que necesitaba otro bebé pero realmente en el fondo pensó que tal vez con otro hijo, él reconsideraría y tal vez todo regresaría a la normalidad.
En una parte anterior se toca el tema del segundo embarazo.
Las cosas no mejoraron, muy por el contrario, perdió mucho terreno frente a él, desde entonces ella le mencionó que se separaran porque así no podía vivir y él simplemente le dijo que no, que eso ni siquiera se le ocurriera otra vez ya que no era factible.
Nació su segunda hija, se entretuvo mucho lidiando con su maternidad y su trabajo, así pudo sustituir la falta del afecto de su esposo, al menos, lo disfrazó.