El Fonógrafo

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domingo, 16 de mayo de 2010

PARTE XX Y FINAL....

Andrés salió en su automóvil, sabía bien que ya no podía echarse para atrás aunque es lo que realmente quería, el motivo central de ese cambio se había transformado, hacía días que no sabía nada de Laura, lógico, no le quería dar la cara, en lugar de ir felíz se encontraba hasta enfermo, así se sentía, algo extraño bullía en su cuerpo, nadie sabía por lo que estaba pasando realmente pero ahora tenía que ir a cumplir con su compromiso laboral, no se había detenido a pensar que iba a un ambiente que no era el suyo en realidad, pero como iba a saber que las cosas iban a dar ese giro tan repentino para él ?.

Fue manejando como un autómata, se detenía en las gasolineras cuando era necesario, pensando y pensando, recordando cada uno de los momentos que pasó con ella, recordó cuando fue a un compejo turístico porque contaba con una membresía, pero iba con sus dos hijas, y Andrés las alcanzó hasta allá, y se iba a pasar el día con las tres, las niñas lo querían mucho y él a ellas las trataba como las hijas que nunca tuvo, por las noches ella se arreglaba y Andrés pasaba en el auto rentado por ella y se iban a trasnochar y luego a la habitación del hotel donde él se hospedaba, la segunda ocasión que se vieron en otro lugar con playa, ella ya iba sola, el pasaba algo de crisis y consiguió un cuarto más sencillo, eso a ella no le importó, lo que quería era estar con Andrés, quince días juntos, nunca habían estado tanto tiempo así y nunca volvieron a estarlo.

Recordó incluso que ella en alguna ocasión le llegó a comentar que iba a pedir un cambio de adscripción para irse a la ciudad y poder estar juntos más tiempo.

Recordó que Laura le decía que era el amor de su vida, cuanto sarcasmo le presentaba ahora la vida misma, como era posible que a "un amor de la vida" le pudieran hacer eso?.

Se sonreía de sus ocurrencias, pero después se daba cuenta de lo estúpido que era todo, que hacer para poder enfrentar y afrontar todo eso?, tendría el valor de ir a buscarla en cuanto llegara, o ella se acercaría?.

En que momento la perdí?

Que no hice bien?

Siempre le he profesado tanto amor, tantos cuidados, que pasó?

Alguna vez tendrán respuesta las interrogantes?

Ni siquiera se atrevía a decir nada, ni a sus propios "amigos", la amistad no tenía significado porque a pesar de tener muchas relaciones por el trabajo, se daba cuenta de que realmente no tenía amistades sinceras, que la misma Laura fue quien ocupaba ese lugar y ahora, ahora ni eso tenía.
Donde había perdido el rumbo, en que momento dejó de existir para el resto de la humanidad o viceversa, estaba tan absorto en su trabajo, a su misma familia les había negado su presencia, solo iba en muy contadas ocasiones a verlos, sus sobrinos ya no eran los ejes centrales de su vida, todo eso lo había cambiado por "estar" al pendiente de una persona, cuanto transformaba a un ser humano ese sentimiento que Andrés padecía, si, asi lo llegó a pensar, el amor, lo padecía porque ahora se le figuraba como una especie de cáncer, algo que traía impregnado a su piel, que salía por sus poros, pero se estaba transmutando en sentimientos que debía reconocer como parte de la enfermedad.
La desconfianza era lo primero, se hacía preguntas...desde cuando había empezado esto, para tomar la decisión de unirse a alguien, tendría que haber pasado un tiempo largo, luego entonces, desde cuando?.
El miedo, que haría Andrés sin Laura, en un momento dado ella significaba todo por lo que estaba haciendo lo que hacía, quien sería el motor de su vida a partir de ya?.
El odio, acaso podría sentir eso por ella?, no podía concebirlo pero si estaba sucediendo, de repente los recuerdos se agolpaban uno tras otro que no podía comprender esa actitud de ella, la falta de franqueza, de seriedad, de cosideración hacia él, si al menos alguna vez Andrés hubiese maltratado de alguna manera a Laura, comprendería que ella buscara a alguien más, pero siempre estuvo al pendiente incluso de ciertas necesidades, y el odio aparecía con su manto obscuro a tratar de rodearlo, y Andrés terminaba por apartar de su mente ese inicio de rencor, se daba cuenta de que no, eso no quería sentirlo...
Después de diez horas de camino, llegó al anochecer, ya lo esperaban en la casa, las cosas que había ordenado para el espacio donde él estaría, estaban ya colocadas y funcionando todo, le ayudaron a bajar sus pertenencias, y se retiraron, buenas personas, pero casi ni hablaron, ya lo conocían y lo notaron muy extraño, sin embargo no le comentaron nada, tal vez era por el cansancio del viaje, Andrés se dio un baño y se disponía a acostarse, pero decidió ir a dar una vuelta, al otro día sería sábado y no laboraría, subió a su auto y salió sin un rumbo fijo, al menos eso pensaba o no lo pensaba, el caso es que casi al llegar por cierto rumbo, se percató que estaba muy cerca de donde vivía Laura, uno de sus recuerdos vino de inmediato, cuando ella aún era casada y charlaban en el chat, le dijo, alguna vez estarás en este sofá donde yo me siento, y me harás el amor incansablemente, y si, eso pasó, hacía unos meses tan solo...
Se aparcó casi enfrente del edificio, su camioneta estaba guardada en el lugar que le correspondía, eso significaba que estaba en casa, se dirigió a un teléfono público y le llamó...
Contestó la pequeñita, la saludó y le pidió que la comunicara con su mamá, tardó un poco pero escuchó su voz...
Andrés?...
Si, como estás Laura?
Pues bien, gracias, y tú?
Podría estar mejor, pero porqué no sales un momento y nos vamos a tomar un café, ya estoy aquí...
Ya?, que pronto...
Pues te había comentado que eran 15 días, pero tal vez lo olvidaste como desde la última vez que chateamos pasó ese tiempo...
Bueno, pero entonces ese café será mañana, hoy me siento cansada...
Bien, como digas, mañana te llamo...
Al otro día le llamó pero le dijeron que no estaba, al siguiente lo mismo, y lo intentó al otro día y nada...
Andrés tomó la decisión de no llamarle de nuevo, y empezó a dedicarse a su trabajo, era lo mejor, total si así estaban las cosas él ya nada podría hacer, pasó un mes y de repente en la oficina le dijeron que tenía una llamada...
Hola?...
Andrés, hola...
Laura?...
Si, es que ya no has llamado...
Si llamé, pero no pudiste atenderme...
Disculpa, he estado algo ocupada, mira, hoy por la noche pasaré por ti en mi camioneta y nos vamos a tomar ese café, te parece?...
Andrés estuvo a punto de decirle que ya no quería verla más, que siguiera con sus proyectos, que ya no la amaba, que no le importaba, que la odiaba....
Si, claro, dime la hora y te estaré esperando...
Eran las 9 de la noche, viernes otra vez, la esperó solo unos cuantos minutos pero al fin la veía nuevamente, subió a la camioneta, se saludaron, y empezaron a charlar, el auto estaba encendido pero no se ponía en marcha, se notaban nerviosos, inquietos, se miraron a los ojos, el la abrazó, ella le correspondió, le dijo, bésame y así empezó todo, fueron a un hotel y pasaron la noche juntos, como hacía muchos días que no estaban...
Salieron del hotel, estaba empezando a amanecer, no hablaron de nada más, simplemente recordaron viejos tiempos, el tema central no se tocó, para Andrés todo volvía a la "normalidad", pensó que tal vez lo de la boda se canceló, quien sabe, no quería preguntar...
Iban saliendo por las calles, tenían que encaminarse a la carretera para regresar a la ciudad, ella mencionó el tema, le dijo, tendremos que tener cuidado, ahora soy una mujer comprometida y pues no estaría bien que mis hijas se den cuenta que hay algo entre tu y yo, ellas ya conocen a mi novio oficial, así como gran parte de mi familia, mi padre, hermanos y hermanas, en fin, quienes deben de conocerlo...
Andrés no sabía que decir, bullía en su cuerpo una efervecencia, sentimientos encontrados, tenía ganas de decirle que se detuviera y bajarse y regresar a pie, pero no se atrevió, soLo guardó silencio, estaban ya a la orilla de la autopista, y Andrés solo preguntó...
Porqué y cuando sucedió esto?...
Ella volvió su vista hacia Andrés acelerando la camioneta, le iba a contestar algo, pero todo pasó en una fracción de segundo, un camión de voltéo cuyo chofer iba muy cansado manejando, se quedó dormido al volante de su máquina y arrolló la camioneta de Laura, el duro golpe la impulsó hacia Andrés, el la abrazó, y así fue dando vueltas la camioneta, ellos salieron volando y en un acto reflejo no la soltó de la mano, al caer al piso, ambos estaban muertos, pero asidos, tal vez como era el destino de ambos...
Las circunstancias los llevaron a una relación que ambos disfrutaron, ella cambió en cierto momento, él no, fue por su sueño, y al final de cuentas lo hizo realidad, ella quería a alguien que la acompañara hasta el último día de su existencia, y de acuerdo a las sorpresas que dá la vida, también lo logró.


FIN.

2 comentarios:

Beth dijo...

Que final más trepidante y a la vez tan duro de aceptar. Me duele muy de veras, pero supongo que debía ser así, por la forma en que se desarrolló la historia entre Laura y Andrés. Al fin de cuentas el título ya lo anunciaba "Una historia sin final feliz".

Una vez más felicito al autor por habernos mantenido en vilo hasta la palabra "FIN". Y espero y confio que este relato solo sea el primero de muchos más.

Alicia dijo...

Realmente me ha gustado, el final es trepidante, triste y amargo.
Pero que mejor final que morir e los brazos de la persona amada?
Lo digo por parte de Andrés.
Ella no merecía ese fín, es demasiado dulce.
Ella se ha ganado a pulso un final más duro, más doloroso, ella debía de haber sentido en sus carnes el daño que le hizo a Andrés.
Felicidades al autor del relato.
Ha sido verdaderamente un placer leerlo.