En ese tiempo que estuvimos juntos, viviendo momentos esporàdicos pero intensos
llegó a mi mente uno de tantos recuerdos, pero esto fue parte de un algo que dejó huella
esa noche de intensa somnolencia escuchando música lenta y muy romántica en aquel cuarto
de hotel en esa ciudad portuaria, cómplice de tantos encuentros que se hicieron mágicos
por lo intensos, calmados, prohibidos pero a fin de cuentas, gozados todos y cada uno de ellos
hoy escuché casualmente esa pieza, la única que bailamos cada uno con un audìfono en el oído
abrazados estrechamente, tu casi dormida entre mis brazos pero de a poco te fuiste despertando
y el deseo también fluyó rápidamente, esa pieza musical provocó una vez más a la entrega total.
miércoles, 2 de diciembre de 2009
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