21 de marzo.

Fecha especial en mi vida, día de encuentro especial
fue en un lugar no muy distante, pero alejado de testigos
molestos, sintiendo esa libertad que hacía tanto no disfrutaba,
besos incontables, caricias impregnadas de palabras de todos colores,
abrazos de diferentes dimensiones.
Tu nombre, pronunciado al fin en palabra directa, susurrado en tu oído
asi como otras cosas, ver tu rostro llenarse de luz en cada entrega,
escuchar mi nombre al llamarme muy despacio pero con esa tu fuerza,
sentirte tan mía y ser por fin tuyo.
Pasaron años ya, y sin embargo el recuerdo sigue vigente, momentos inolvidables
se quedaron en mi piel cual tatuaje enorme, pero lo mejor, es que tu recuerdo vive
dentro de mi alma, mi ser te acaricia a cada instante, mi mente te llama
con la esperanza de un nuevo encuentro, no sé si se dará, solamente espero que
así sea, y en caso de que no fuera así, tu recuerdo se graba aún más, como una huella
de tu paso que se quedará permanentemente en lo más profundo de mi ser.